Juegos de azar, sexo, comida

“Cuando pasó junto al casino, pudo ver la carpa, el puesto de aparcacoches ... y los sentimientos comenzaron de nuevo. Sintió las ganas de apostar, de ganar un bote. Se llenó de energía y su mente se aceleró. Quería estar allí, y podía sentir las cartas en sus manos ... Mientras se iba alejando y el casino se quedó muy atrás, murmuró: "Mantenerse alejado es un poco más fácil, pero está lejos de ser fácil".

¿Podemos ser adictos a algo además de las drogas? Seguramente sí. Considere la amplia definición de adicción, que es una búsqueda o una preocupación por algo que termina siendo angustiante o destructiva para usted, y no puede parar fácilmente (En realidad, esa es una definición simplificada que es útil, particularmente para aquellos que se preguntan si tienen un problema con las drogas; sin embargo, la definición utilizada por los profesionales para fines de diagnóstico es más detallada y contiene más elementos. Por ejemplo, cuestionan la cantidad de tiempo que el usuario ha estado involucrado en la actividad, cuántas veces la persona ha tratado de dejar de usar la droga, o si necesita aumentar la dosis para obtener el mismo efecto, si ha tenido síntomas de abstinencia. Si alguien está preocupado por la adicción, debe consultar a un profesional).

En los últimos años, se han realizado muchos estudios sobre diversas formas de adicción conductual, como el juego excesivo, la alimentación y la actividad sexual. Los diferentes tipos de adicciones tienen muchas cosas en común. En primer lugar, el comportamiento requiere mucho tiempo y esfuerzo, y gradualmente nos quita el control de tal manera que los intentos de detenerlo o controlarlo no tienen éxito. Estas actividades pueden generar conflictos con maestros, amigos y familiares. Puede afectar al estado de ánimo y a la salud de la persona, también a las finanzas, la educación o el trabajo del individuo. ¿Suena familiar?

El juego excesivo o patológico puede considerarse "adictivo" de varias maneras. Hay poderosas recompensas: dinero y la emoción de ganar. El problema es que se necesita tiempo y dinero para apostar, y esto obviamente puede ser un problema cuando un jugador está sobreexigido y pierde. A veces se considera como un problema de control de impulsos. Muchas personas se mantienen alejadas del juego y dicen que no confían en sí mismas. Al igual que el uso de drogas, el juego patológico ha estado con nosotros a lo largo de la historia y no es una moda pasajera. Cuando se encuentra un comportamiento a lo largo de muchas generaciones y en muchas culturas, parece que es parte de nuestras inclinaciones humanas.