¿Por qué es importante la velocidad de entrada de una droga en el cerebro? (2)

Pero cuando se toman drogas repetidamente, el cerebro es golpeado por cambios en la señalización química y es conducido a un nuevo estado, uno representado por el balancín hacia abajo (por la droga) en un lado (el cerebro puede cambiar y es capaz de plasticidad).
A medida que las drogas empujan el balancín hacia abajo, el cerebro compensa al empujar en dirección opuesta para alcanzar el nivel del balancín y el equilibrio. La ingesta de drogas durante un período de tiempo suficientemente largo da por resultado una acumulación de cambios compensatorios en el cerebro, que es la adicción. Si se detiene el consumo de drogas, los esfuerzos de contrapeso del cerebro no tienen oposición y el balancín se empuja hacia arriba o hacia abajo en el lado opuesto. Aquí el drogadicto puede experimentar sentimientos desagradables o síntomas fisiológicos de abstinencia. Para algunas drogas como el alcohol, la abstinencia puede ser médicamente seria e incluso poner en peligro la vida. La abstinencia interfiere en las tareas cotidianas y puede hacer que el consumidor haga muchas cosas, incluso delitos peligrosos y destructivos para obtener más drogas. Pero, si él/ella tiene éxito en mantenerse alejado/a de la droga durante un tiempo suficientemente largo, el cerebro se reajusta, y el balancín ficticio eventualmente retrocede de modo que está nivelado y equilibrado, y el estado normal se recupera (al menos en teoría). Sin embargo, siendo realistas, mantenerse alejado de las drogas no es fácil de hacer una vez que estás enganchado.
Sin embargo, si pensamos en ello, sabemos que la toma repetida de droga cambia el cerebro y el hecho de dejar de consumir drogas da como resultado un estado desagradable de abstinencia. Los síntomas de abstinencia por parte de sujetos drogodependientes pueden ser dramáticos, pero varían según la droga que se usa. Los síntomas de abstinencia por alcohol, por ejemplo, incluyen irritabilidad, agitación, ansias de más alcohol, insomnio, sudoración, diarrea, taquicardia, aumento de la presión arterial e incluso convulsiones. Por otro lado, el síndrome de abstinencia de cafeína, que es solo un estimulante suave, produce fatiga, sedación y dolores de cabeza. Para algunas drogas, las alucinaciones pueden ser prominentes. Un adicto a la metanfetamina en la cárcel estaba convencido de que una de las venas de su brazo era una tira de metal, y pasó horas usando las uñas tratando de desenterrarla. Estas distorsiones dramáticas en la fisiología y el comportamiento demuestran el poder de las drogas en el cerebro.