El proceso global de señalización química en el cerebro
Debemos tener en cuenta que el cerebro normal requiere la liberación de tres neurotransmisores, la activación del receptor por el neurotransmisor y la eliminación del neurotransmisor. Cuando alguno de estos está alterado, puede contraer toxicidad o algún tipo de enfermedad. A pesar de esto, es importante recordar que los medicamentos terapéuticos también se enfocan en estos procesos con mucho beneficio. Por ejemplo, ciertos antidepresivos bloquean el recaptación de la serotonina, lo que prolonga la acción de la serotonina en la sinapsis.
El consumo de drogas afecta el cerebro ya que distorsiona la neurotransmisión
El consumo de drogas pueden distorsionar las funciones de los neurotransmisores al imitar o al bloquear los neurotransmisores de manera incontrolada. Esto altera nuestras sensaciones y distorsiona nuestro comportamiento ya que está regulado por el cerebro. De manera incontrolada quiere decir que el cerebro en sí no tiene ningún mecanismo para regularlos.
Debido a que el consumo de drogas en el cerebro son señales químicas, éstas son similares a los neurotransmisores. Pero son difieren de los neurotransmisores en formas muy importantes. Los Neurotransmisores y el cerebro se han co-desarrollado durante toda nuestra historia y coexisten de manera bastante pacífica. Los neurotransmisores son regulados por el cerebro. Cuando sus niveles son bajos, se sintetizan. Cuando se hacen, se almacenan de forma segura en las vesículas. Cuando es necesario, se liberan de neuronas específicas.
Una vez que se liberan y estimulan los receptores, su acción se termina con una ruptura, difusión o recaptación. El abuso de drogas, por otro lado, entra al cerebro y afecta la neurotransmisión, ¡pero el cerebro no tiene formas de manejar o terminar sus acciones! El nivel de drogas en el cerebro está bajo el control del consumidor de drogas y no está regulado por enzimas sintéticas o liberado o recaptado en el cerebro. Las drogas no se eliminan fácilmente de los receptores como los neurotransmisores. Por lo tanto, no es sorprendente que las drogas puedan dominar el cerebro. Son muy parecidas al caballo de Troya. Entran en el cerebro por procesos naturales pero creando estragos.